Así como en el entrenamiento, también en la vida misma cada día intentas estar un poquito más cerca de tus objetivos y metas.
Al comprometerte con el movimiento -sea desde un deporte, o desde la actividad física que practiques, o desde educar y enseñar a través del movimiento- algo muy grande se revela y es que aprendes a relacionarte con los demás y tu entorno, pero lo primero que aprendes es a aceptarte y a conocer tus fortalezas y debilidades.
Hoy has elegido crecer y eso conlleva un compromiso muy grande con tu felicidad.
Honra tu palabra y tus sueños y muévete del miedo, de la carencia y de la frustración para actuar desde el amor hacia ti. ¡Hoy atrévete!
¿Cuál es tu creencia limitante que te repites para no salir de tu zona de confort?
¿Ese límite que te auto impones y no te permite seguir avanzando?
Busca tu fuerza original, no te desvíes de tu deseo verdadero, sigue tu impulso, ése que se revela ante ti, en tu interior, verás que allí hay claridad y dirección, porque se refleja tu esencia. Trabaja desde tu corazón, donde se encuentra tu verdadera autoridad que nace de tu alma, no de tus apariencias.
Eres responsable de tu realidad y en este sentido, puedes transformarla en el momento que elijas.
Busca a cada momento ése estado positivo que te sana en cuerpo, mente y alma; porque somos seres íntegros.
Entrena para ti, entrena para cada día sentirte mejor, entrena para "La Vida".
~Maria Andrea Röhner~